Como ya es de público conocimiento, el pre-proyecto de Nueva Escuela
Secundaria (NES) del actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires avanza sobre
las asignaturas formadoras de pensamiento crítico. El pre-proyecto en cuestión
(http://www.buenosaires.gob. ar/areas/educacion/nes.php,
ver especialmente la sección “Prediseño curricular de la NES y aportes”) propone
que la asignatura filosofía abandone su condición de materia obligatoria y pase
a ser una materia optativa que compita por un lugar en el plan de estudios
junto con Psicología. A raíz de esta iniciativa, que atañe directamente y de
manera problemática a las incumbencias profesionales de nuestra carrera, se ha
realizado la primera reunión interclaustros el pasado 4 de junio, convocada por
el Departamento de Filosofía y difundida por El Pliegue, para debatir este proyecto impulsado por el gobierno de
Mauricio Macri.
Nos vemos interpelados no sólo por el reclamo gremial (válido y rescatable en sí mismo) que supone la
amenaza de un recorte directo de nuestros puestos de trabajo, sino también
porque, de aprobarse este Proyecto tal como figura en la versión previa que
circula, se daría lugar a una mutilación nefasta de la reflexión crítica en la
formación de lxs estudiantes secundarios. Sin embargo, por tratarse de un
pre-proyecto aún estamos a tiempo de intervenir. Las presentes líneas son
redactadas ante la necesidad de que nuestro claustro tome conciencia de lo que
está en juego y participe masivamente.
Efectivamente, debemos enfrentar la política del Gobierno de la Ciudad
con todas las armas que tengamos, aprovechando todas las instancias de
discusión que se puedan abrir. No se trata, en principio, sólo de la defensa de
la obligatoriedad del dictado de la asignatura Filosofía, sino también de
resaltar la importancia que tiene que gente formada en la reflexión filosófica
sea la que dicte nuestra asignatura. Asimismo, se trata también de aprovechar
esta instancia para reforzar nuestra incumbencia como docentes en otras áreas
afines de la currícula para las cuales nos encontramos formados (por ejemplo,
en Ética y Formación Ciudadana). Subrayamos que este reclamo no se reduce a un
mero interés corporativo: el texto completo del pre-proyecto del Gobierno de la Ciudad avanza de manera
generalizada sobre el pensamiento crítico en otras asignaturas (por ejemplo,
además de la reducción que supone tener que optar de modo excluyente entre
Psicología o Filosofía, Historia se impartiría sólo en 3 de 5 años de estudio),
todo ello en detrimento de la formación de lxs estudiantes secundarios.
Por ello resaltamos la presencia auspiciosa, en esta primera reunión,
de representantes de la SAPFI (Asociación Argentina de Profesores de Filosofía)
y de terciarios como el Joaquín V. González. A la vez, proponemos que para las
próximas reuniones sean interpeladas todas las instituciones interesadas
(gremios, profesorados, escuelas, otras universidades, el Ministerio de
Educación), ya que creemos que la legitimidad, el rigor y la fuerza del reclamo
dependerán de esta articulación. De otra manera, toda posibilidad efectiva de
cambio podría verse truncada.
Ciertamente, esta no es una medida aislada, sino que responde al Plan
de Gestión de la Directora Claudia Mársico[1]. Por
eso, auspiciamos esta iniciativa desde el Departamento de Filosofía, iniciativa
que evidencia la concepción de la vida universitaria que emana de nuestro
proyecto: como un espacio de creación
y afirmación. Se trata, entonces, de un
proyecto institucional que tras una demanda gremial concreta busca la
vinculación territorial. Esa es la misión que, efectivamente, entendemos
insoslayable a nuestra participación como Mayoría Estudiantil cuando pensamos
el trabajo político académico que nos convoca.
Es promisorio que el Departamento, por primera vez en su historia,
evidencie una voluntad política fuerte y esté haciendo todas las gestiones
pertinentes para combatir un problema que por externo no le es ajeno. Ahora
bien, que por primera vez en su historia la Carrera comience a movilizarse en
torno a esta problemática evidencia la ausencia de reflexión en torno a la
sociedad y el compromiso universitario para con ella. Sería una necedad de
nuestra parte no dar cuenta de que llegar a instancias como esta evidencia un
déficit acarreado hace décadas en torno a un aislamiento –autoimpuesto–
respecto de la dinámica social que circunda a la Universidad.
¿O acaso una lógica mercantilista no gobierna descaradamente nuestra
vida arrojada a la urgencia acreditadora por Becas y Títulos, con sus programas
de incentivos y una cantidad sin igual de elementos fuertemente
heteronomizantes de nuestro pensamiento y de nuestra práctica docente? ¿O acaso
no presidió la elaboración de nuestro plan de estudios, a principio de los años
‘80, un determinado modo de ser del mercado –un mercado que pensó la
universidad bajo una lógica de los servicios en beneficio del progreso
económico individual y privado? Ante esta lógica el Profesorado, entendido como
profesión anclada en el bien común, queda ciertamente devaluado. Es desde esta
misma lógica privatista que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires concibe,
entre muchas otras cosas, la educación pública (punto a favor del cual abundan
los ejemplos).
En lo que respecta a nuestra Carrera, este modelo caduco –con sus
operadores al interior de los órganos decisorios ocupando con poder feudal
distintas cátedras –es el mismo que ha desvalorizado la docencia para reforzar
un tipo unilateral de graduadx, inmersx en el ya descrito proceso de
mercantilización de nuestra praxis
filosófica. Queremos aprovechar, entonces, el marco del reclamo gremial que
estamos llevando a cabo para abrir el debate sobre la disociación entre nuestra
Carrera y un afuera que, como sostuvimos en anteriores declaraciones y como es
evidente ante el problema que el Gobierno de la Ciudad nos está planteando, no
nos es ajeno. Para ello debemos lograr conjugar la reivindicación gremial con
la académica, enmarcando la presente campaña contra el Pre-proyecto macrista de
la Nueva Escuela Secundaria con un proceso abierto de reflexión sobre las
condiciones materiales y simbólicas de nuestra Carrera. Dicho proceso incluye
una Reforma del Plan de Estudios que no sea diseñada marginalmente –mucho menos
una (re)distribución feudal de cargos y espacios –, sino una reforma que
permita un replanteo integral de la experiencia filosófica de toda la comunidad
académica. Creemos que cuestionar el plan de estudios es sin dudas cuestionar
los fundamentos epistemológicos de nuestra carrera y, al mismo tiempo,
complementariamente, cuestionar su vinculación con la sociedad (ese tan mal
mentado “afuera”). Nos debemos tal reflexión si, más allá de los latiguillos de
turno y el mero consignismo reivindicatorio, logramos revitalizar un
pensamiento colectivo e interdisciplinario, algo que nuestra actual formación
–individualista, alienante, viciada por momentos de un aislamiento hedonista
–bloquea. Si queremos sostener una concepción emancipadora de la Filosofía, es
necesario involucrarnos con un rol protagónico y con la decisión de intervenir,
desde el lugar que nos corresponde, en el impulso de la producción de
pensamiento crítico.
Desde El Pliegue, por lo
tanto, llamamos a acompañar y participar
en la tarea conjunta de reflexión y
discusión de la NES impulsada por el Departamento de Filosofía. Estaremos
difundiendo toda la información relevante y haciendo un seguimiento del tema
para que nuestrxs compañerxs sepan cuáles serán los pasos a seguir y puedan
proponer aportes hacia un debate absolutamente necesario. A su vez, iniciamos una convocatoria de firmas y
adhesiones, como medida formal de apoyo a la demanda de la obligatoriedad de la
asignatura Filosofía y para dar fuerza al proyecto sobre nuestra incumbencia
como docentes en las asignaturas afines. Convocamos entonces a todxs lxs
estudiantes a participar siendo parte de este proceso, sabiendo que si es
capitalizado e impulsado por lxs estudiantes lograremos que realmente sea
irrevocable. Ese es el desafío pendiente.
Mayoría estudiantil en la Junta Departamental de Filosofía
[1] En efecto, el punto V.4 del Plan especifica: “Enlace y construcción: Realizar gestiones frente a las autoridades educativas pertinentes para posibilitar la preeminencia de lxs graduadxs de Filosofía en el dictado de materias que incumban directamente a nuestra especialidad en los Institutos de Profesorado, Terciarios y Escuelas de Enseñanza Media, a los efectos de amplificar las posibilidades docentes de los egresados de la carrera. Por ello, se piensa una gestión que proponga una política pública impulsada desde el Departamento respecto de estos espacios institucionales en torno a la problemática de pérdida de horas y espacios reales y concretos de habitabilidad filosófica”.